Hoy en día todos tenemos mil cosas que hacer. Desde que nos levantamos vamos con prisa para poder llegar a todo y esto nos lleva a agobiarnos, estresarnos y sentir que no tenemos tiempo para nada y que necesitamos días de 40 horas. ¡Qué levante la mano quien no se ha sentido así alguna vez!
A mi, como madre de dos bichitos pequeños y emprendedora, me vendría muy bien alguna hora extra al día, pero las horas son las que son y eso no se puede cambiar, así que mejor centrémonos en lo que sí depende de nosotros: nuestra organización.
Y es que saber organizarse es una pieza clave para poder llevar una vida más tranquila y sin agobios. Una vez que aprendes a planificarte en base a tus prioridades y objetivos dejas de dar palos de ciego y tus días se vuelven más productivos. Ya, ya, pero ¿cuál es el truco para organizarse mejor?

Analiza tu tiempo
El primer paso que debes dar si quieres ser más eficiente es analizar en qué gastas tu tiempo. Piensa en todo lo que haces desde que te levantas hasta que te acuestas. ¿cuánto tiempo trabajas?, ¿haces desplazamientos?, ¿cuántas horas duermes?, ¿cuánto tiempo pasas en redes sociales? Toma papel y boli y anota cómo se desarrollan tus días. Para poder gestionar mejor el tiempo es imprescindible saber de cuánto tiempo disponemos para realizar nuestras tareas.
Márcate objetivos realistas
Una vez claro el tiempo que tienes disponible ya puedes distribuir tus tareas. A la hora de distribuirlas te aconsejo que identifiques cuáles son tus prioridades. ¿Conoces el reto en el que tienes que meter una serie de piedras y arena en un bote? Pues bien, la única forma de que entre todo es poner primero las piedras grandes y después rellenar los huecos con la arena.
Identifica tus piedras. ¿qué cosas son importantes para ti? ¿trabajo, familia, salud, amigos, hobbies? Haz una lista de las cosas más importantes de tu vida y piensa cómo vas a incorporarlas en tu día a día, por ejemplo: levantarme a las 6.00 para hacer deporte martes y jueves, jugar con los niños 30 minutos al llegar a casa, quedar con mis amigos los sábados para desayunar.
Una vez que las prioridades están marcadas ya puedes empezar a echar la arena, las tareas pequeñas y poco importantes. Recuerda dividir las tareas en otras más pequeñas para que sea más fácil realizarlas. Por ejemplo, si tienes invitados para cenar divídelo en definir el menú, hacer la lista de la compra e ir al mercado.
¡Ah! Y no te olvides de dejar huecos vacíos. Deja espacio para que surjan imprevistos o cambios. También tenemos que aprender a ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias. No podemos controlarlo todo ni todo sale siempre como lo esperabas.

Evita el multitasking
Dedícate a una tarea cada vez. Pon todo tu foco en lo que estés haciendo. Ahorrarás tiempo y errores.
Escoge un método
Una vez que tienes las bases sentadas de tu nueva organización ya solo te queda escoger cómo y dónde la vas a plasmar. Hay tantas opciones como personas. Si eres una persona creativa te puede ayudar el bullet journal, si eres más visual prueba con el método Kanban y si buscas sencillez utiliza el time blocking. Sea el que sea, descarga tu cabeza y apúntatelo todo en tu agenda física o digital.
Elige tu momento
Define un momento para sentarte contigo misma y organizar la semana siguiente. Disfruta del momento. Prepárate una bebida, busca un entorno tranquilo y tómate el tiempo que necesites para planificar tu vida. Tu yo futura te lo agradecerá.
Y por último, no te olvides de actuar. De nada sirve tener la planificación perfecta si luego no la llevas a cabo. Fíjate una hora al día para mirar tu agenda.

Ahora es tu turno, ¿tú cómo te organizas? Si tienes otros trucos no dudes en dejarme un comentario. Me encantaría leerlo.